Lunes 20 de Mayo de 2024

EFEMÉRIDES NECESARIAS

8 de mayo de 2023

HENRY DUNANT

Los ocho de mayo de cada año se conmemora el Día Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en homenaje al nacimiento de su fundador e ideólogo, Jean-Henry Dunant. Este fue un filántropo que, desde el lugar que le tocó, entendió que había que responder humanamente ante las miserias de un mundo desigual y así terminó creando la organización no gubernamental más grande del mundo. Quizás está descolago de este espacio, pero conociendo la vida de Dunant no encontramos otra cosa más que un soñador que luchó por un mundo mejor.

Compromiso social

 

La familia Dunant vivía del comercio y tenía mucha influencia en la sociedad de la ciudad de Ginebra durante la tercera década del Siglo XIX. Henry creció en ese ambiente, pero desde pibe le preocuparon las injusticias sociales. Colaboró durante su infancia en el cuidado de personas enfermas, ayudando a pobres y visitando presos que necesitaban asistencia. También, desde muy pequeño, Dunant estaba influido por las ideas cristianas, las originales, esas las que hablan de ayudar al prójimo y de justicia social, no las de ahora relacionadas al abuso de poder, sexual, económico, etc. Y esto lo llevó a fundar su primera organización de ayuda a la comunidad: la “Asociación del Jueves”. Pocos saben que esta organización fue la célula de lo que hoy es la “Asociación Cristiana de Jóvenes”, una ONG internacional que brinda ayuda en barrios marginales, principalmente en Latinoamérica. Por lo que Henry Dunant también lleva en su biografía el impulso de la creación de otra asociación civil con fines sociales.

Desde su adolescencia, Henry se dedicó a trabajar en un banco y luego incursionó en los negocios. Solía hacer viajes a las colonias francesas en África financiados por las compañías que explotaban los recursos (para entendidos, iba en misiones como si fuese un “surge”, gestionaba las implementaciones de los negocios y volvía a Suiza a rendir cuentas). En uno de estos “despliegues”, partió a Argelia a iniciar un negocio vinculado al maíz y le cambió la vida.

 

Batalla de Solferino

 

Henry Dunant intentó implementar en la Argelia ocupada por los franceses una especie de industria agrícola vinculada a la molienda y cultivo de maíz. El tema es que su emprendimiento estaba un poco flojo de papeles y pensó que instalándose en Argelia con su ciudadanía francosuiza se le harían las cosas fáciles. Pero empezó a tener problemas con las autorizaciones y las reglamentaciones que se imponían en territorio argelino.

Con la obstinación que lo caracterizaba, se enteró que el emperador francés Napoleón III se encontraba en la zona de Lombardía y decidió ir a verlo personalmente para solucionar el asunto de sus negocios legalmente. Mientras, en el marco de la Unificación Italiana, se estaban enfrentando las tropas francesas y las austríacas por el control de la ciudad de Solferino. Dunant, llegó al campo de batalla posterior a los enfrentamientos y se dio con un panorama desolador: más de treinta mil soldados heridos, algunos mutilados y otros tantos agonizando o muertos.

La respuesta de Henry fue inmediata. Se apoyó en las mujeres del lugar y comenzó a organizar la ayuda humanitaria. Perdonen por el lenguaje técnico, pero, sin ninguna capacitación previa, Dunant gestionó líneas de intervención completas: asistencia en primeros auxilios, manejo de cadáveres, gestión de las personas que se ofrecían a ayudar (voluntariado), organización de alojamiento transitorio de víctimas y heridos, gestión de recursos (logró que la población civil realice donaciones para comprar materiales de botiquines y para levantar los hospitales de campaña) y hasta se encargó de reestablecer el contacto entre familiares de los heridos y fallecidos. Y lo fundamental de toda esta organización que desplegó, fue la orden de atender a cualquier soldado, sin importar el bando que defendían o su origen geográfico.

Henry Dunant recogió sus experiencias en un libro titulado “Recuerdos de Solferino”, donde, en una especie de rendición de cuentas, explica lo que había sido la asistencia posterior a la batalla, los esfuerzos que tuvo que realizar para poder brindar la ayuda, los costos que asumió, pero así también definió su idea de ayuda humanitaria, de neutralidad y la necesidad de contar con una organización que pueda dar apoyo a las personas caídas en combate y sus familiares, garantizándoles su dignidad como seres humanos.

Comenzó a imprimir copias de su libro y a distribuirlos por toda Europa, intentando llegar a líderes políticos y militares para que puedan apoyarlo con su idea. El libro fue bien recibido por la sociedad filantrópica y funcionaria pública de Suiza.

 

Comité Internacional y Permanente de Socorro a los Militares Heridos en Tiempos de Guerra

 

El 9 de febrero de 1863 se reunieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública para que Henry Dunant presente las propuestas publicadas en su libro Recuerdos de Solferino. Ese mismo día fundaron el Comité Internacional y Permanente de Socorro a los Militares Heridos en Tiempos de Guerra. Al año siguiente se redacta la Convención de Ginebra y recién en 1876 se oficializa el nombre de Comité Internacional de la Cruz Roja.

En esa reunión se establecen dos cosas fundacionales también: el emblema de la cruz roja sobre un fondo blanco, como símbolo de la asistencia humanitaria en conflictos bélicos y la adopción de los principios fundamentales. (Dato curioso, los principios originales no fueron siete desde el inicio ni los que conocemos ahora: Prevención, Solidaridad, Centralización, Mutualidad. Recién en 1919 se adoptaron los siete principios fundamentales de: Humanidad, Neutralidad, Imparcialidad, Independencia, Voluntariado, Universalidad y Unidad).

 

Tu belleza empieza a abrirse paso

 

Henry Dunant comenzó a dedicarle totalmente su tiempo a la Cruz Roja (como varios que conozco). Viajaba difundiendo los principios de la organización, creando sociedades nacionales o comités, fortaleciendo el trabajo de la institución y convenciendo a más gente para que se unan al trabajo (como varios que conozco). Esto le generó problemas económicos y familiares (como varios que conozco). Pero esto permitió que el Movimiento crezca a pasos acelerados y trascienda continentes, como con la fundación de la Cruz Roja Argentina por Guillermo Rawson. Como dije previamente, Dunant era un obstinado y su idea dejaba de ser un sueño y estaba siendo implementada efectivamente en varios países.

Su idealismo generó que tenga conflictos con los directivos del Comité en Ginebra. Gustave Moynier, quien fue uno de los que lo presentó con la Sociedad Ginebrina, no estaba muy de acuerdo con los principios de neutralidad e imparcialidad que Henry Dunant pretendía darle al Movimiento. No le parecía apropiado asistir a cualquier soldado, sino exclusivamente a los del bando que colaborase con la Cruz Roja o al que Moynier le caía mejor. Lo cierto es que Moynier quería utilizar la institución como una herramienta para vincularse con los militares y obtener ventajas políticas (como otros que conozco). No obstante, Dunant continuó defendiendo su visión institucional, lo que llevó a que sus compañeros con posturas más pragmáticas y oportunistas dentro del Comité le den la espalda.

Comienza una etapa difícil en la vida de Henry. Entra en una depresión y pasa al ostracismo, desconfiando de todas las personas a las que en un momento había ayudado. No tenía familia y con el poco dinero que le quedaba se exilia en Heiden, un pequeño cantón suizo.

Una pareja joven del lugar, Susanna y Wilhelm Sonderegger hicieron amistad con Henry. Wilhelm lo apoyó en las ideas que tenía Dunant de seguir escribiendo y así pudo publicar sus memorias y hasta la creación de una “Cruz Verde” la cual imaginaba como una organización que pudiera proteger y ayudar a las mujeres, madres de familias abandonadas, niñas expuestas a los riesgos de la prostitución, entre otros problemas de la época. Susanna lo incentivó a crear una Filial de la Cruz Roja en Heiden, acción que motivó inmediatamente a Henry y terminó llevándola a cabo, siendo elegido como Presidente Honorario. Durante esta etapa de su vida, Dunant radicalizó su pensamiento, criticando al cristianismo y a la sociedad clasista, como así también abogando por los derechos de las personas vulnerables.

Esto provocó que vuelva a tomar notoriedad internacional; comenzó a recibir visitas en Heiden y a publicar sus escritos. Un médico noruego llamado Hans Daae, que participaba en la organización de los Premios Nobel, insistió ante la comisión organizadora con el reconocimiento a Dunant, y así fue que Henry recibió el primer Premio Nobel de la Paz de la historia por su “supremo logro humanitario del Siglo XIX de haber creado la Cruz Roja”.

Henry Dunant no aceptó el dinero del premio.

 

Dunantistas versus Moynieristas

 

El sueño de Dunant significa en la actualidad el Movimiento Humanitario más grande del mundo, presente en ciento noventa y dos países. Asiste en proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y otras situaciones de violencia, como así también aliviar el sufrimiento humano en situaciones de desastres, trabajando antes, durante y después de las emergencias humanitarias, buscando mejorar la calidad de vida de las personas. Anualmente unas quince millones de personas son beneficiarias, directa o indirectamente por las acciones del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Pero como en todas las organizaciones, hay conflictos. Existen personas que trabajan por ideales, como Henry Dunant y otras que lo hacen por intereses personales, como Gustave Moynier. En estos momentos, la Cruz Roja cuenta con catorce millones de voluntarios y voluntarias que trabajan a diario por el bien de la humanidad; son los dunantistas de esta historia. Pero lamentablemente existen Moynieristas que aprovechan las ventajas de la institución para mejorar su estatus social, vincularse con la política o para adquirir dinero indecentemente. En Salta lamentablemente, hay una Filial que está envuelta en casos de violencia de género, desde la cabeza, hasta obsecuentes de abajo que solo callan para poder seguir succionando las ventajas económicas que se les ofrece por su silencio. Se suman a la violencia de género, el vínculo de personas con la política y algunos con causas judiciales por malversación de fondos públicos.

No obstante, que el árbol (viejo, déspota y podrido) no tape el bosque. En la actualidad la Cruz Roja Argentina es una de las asociaciones civiles más importantes de la República Argentina con presencia en todo el territorio nacional y con la capacidad de responder a grandes catástrofes humanitarias. Miles de voluntarios y voluntarias trabajan a diario en las veintitrés provincias en diversos programas de salud, primeros auxilios, gestión de riesgos de desastres y educación.

Pero, retomando la idea, hay dunantistas y moyneristas. Sin embargo, los primeros, tarde o temprano vencen a los segundos. Si algo nos deja de enseñanza la vida de Henry Dunant es que al final de los días, la victoria es de aquellas personas que actúan con integridad, bondad, sin envidia, ni celos y que, por más que les parezca absurdo, vivir de sueños y con ideales, es por lo único que vale la pena vivir.

 

¡Gracias Henry! Este es mi pequeño homenaje hacia vos, a tu enseñanza histórica y por haber creado la organización que me formó profesionalmente y de la que me enamoré.

 

 

FERNANDO BARBARÁN

Columnista en La Columna NOA

Columnista en Radio Novgorod

[email protected]

3875206852

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