Jueves 9 de Mayo de 2024

EFEMÉRIDES NECESARIAS

12 de enero de 2024

FUNDACIÓN DE JUVENTUD ANTONIANA

Un 12 de enero de 1916 se reúne por primera vez la Comisión Directiva de Juventud Antoniana en el patio de la Iglesia San Francisco. Reciben ese día un acta proveniente de Roma y escrita en latín con el aval de la Pontificia Università Antonianum de fundar un centro de ayuda para los jóvenes.

Por Fernando Barbarán

 

Desde siempre fútbol

 

En 1917, en el Centro Juventud Antoniana se abre el “Club Atlético Juvenil Antoniano”, para que organice, administre y represente las actividades deportivas de la entidad. El 2 de marzo de 1918 se elige como primer presidente del club a Jorge González quien, con ayuda de sus colegas directivos, costeó los primeros conjuntos definiéndolos como camisas blancas, corbatas azules y pantalones marrones.

En 1919 y 1920 Juventud Antoniana jugó sus primeros torneos y una suerte de Torneo Anual primitivo antes de regular la Liga Salteña de Fútbol  y fundarla junto a Gimnasia y Tiro. También, en 1920, jugó sus primeros partidos fuera de Salta contra las formaciones jujeñas de Estudiantes de San Salvador y del Ingenio La Esperanza de San Pedro.

Para el año 1927 el antoniano jugaba Liga, torneos interprovinciales y presentaba en sus partidos un marco de público considerable para la época. Por eso, el presidente Guillermo Villagrán decidió fusionar definitivamente el Centro con el Club, ya que el último crecía a pasos agigantados y generaba fuertes emociones.

Es al día de hoy que Juventud Antoniana sigue siendo fútbol y nada más que eso. Muchos socios indignados, pero no comprometidos, siempre piden por una pileta, una cancha de vóley u otra disciplina, pero en la práctica estas cosas nunca funcionaron. Juventud Antoniana es un club de fútbol y, por su historia, no se jacta de ser un club social como algunos que solo tienen para mostrar actividades polideportivas.

 

Referente nacional

 

Si sumamos haber sido el primer equipo salteño en jugar en primera división o el que más torneos de AFA tiene en competición, ya es suficiente argumento para saber y afirmar que Juventud Antoniana es el equipo más representativo de Salta.

Sin embargo, como todo en la historia, el ejercicio de la memoria es necesario. Por Lerma y San Luis no solamente pasaron los mejores jugadores de la región (Garnica, Rivero, Valdiviezo, Velarde), sino también grandes personalidades del fútbol argentino (Bochini, Elizondo, Riquelme, Martino o Zamora). También el Santo pisó grandes campos de juego y llenó tribunas de todo el ascenso nacional.

La rivalidad eterna y vibrante con equipos como Gimnasia y Esgrima de Jujuy, San Martín de Tucumán o Talleres de Córdoba, genera que, a pesar de estar en distintas categorías, los deseos de re-encontrarse en un estadio sean iguales de ambos bandos.

El último torneo nos tocó pelear el descenso en un partido definición fuera de la provincia. Diez mil hinchas de Juventud Antoniana estuvieron presentes acompañando. La final por el ascenso del mismo torneo tuvo menos público presente.

Haber logrado todo esto con tan poco, generó odios internos en Juventud Antoniana, no solamente en nuestros clásicos rivales, que sería lo lógico, sino en un periodismo de rapiña que está buscando desde invento de crear el equipo único, desestabilizar institucionalmente al Santo como sea. Basta con observar el tipo de noticias que circulan en los medios de comunicación locales sobre Juventud Antoniana, en comparación con el resto: las de chimentos y vestuario de la Lerma y San Luis corren más rápido que las de logros deportivos propios o ajenos. Salvando las distancias, Juventud Antoniana es el Boca Juniors del norte argentino.

 

La batalla por lo institucional

 

Participo desde hace mucho tiempo en la vida institucional de Juventud Antoniana. Fui dirigente desde el año 2017 hasta el año 2021. En los dos periodos que me tocó participar, uno como oposición y otro como gestión, traté de llevar desde el lugar que me tocaba el orden institucional que necesita el club. Fue la batalla más difícil.

Sin embargo, al finalizar mi gestión, acompañado siempre de mi hermano mayor Juan Horacio Barbarán, pudimos presentar todos los libros institucionales en Asamblea General Ordinaria de Asociados. Memoria, estados contables, libros de actas, informes, estaba todo.

Después de ordenarlo al club, junto con Juan decidimos alejarnos y esperar un tiempo para volver a participar de una Comisión Directiva, por el desgaste que nos significó. Pensábamos que iban a quedar buenas prácticas de gestión, pero estábamos equivocados. Hoy Juventud Antoniana está otra vez atrapado en la desidia e ineptitud de los dirigentes y no pueden (¿quieren?) regularizar institucionalmente el club.

¿Será momento de volver? No creo tampoco, porque el mundillo antoniano no distingue tampoco entre lo que se dice por Twitter de lo que pasa en la realidad. Como el país.

Está difícil el panorama…

Pero no significa que no alce una copa brindando por los 108 de Juventud Antoniana y que no esté en las malas, porque como siempre, estoy mucho más.

 

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