Lunes 20 de Mayo de 2024

EFEMÉRIDES NECESARIAS

28 de mayo de 2023

COMUNA DE PARÍS

Entre el 18 de marzo y el 28 de mayo de 1871, se instauró en Francia un gobierno comunal para la ciudad de París. Esta fue la primera experiencia en la historia de una gestión gubernamental de la clase trabajadora, con un marcado espíritu socialista.

Primera Internacional

 

A modo de contexto e introducción, se debe explicar los acontecimientos que llevaron a la Comuna de París y es necesario partir desde la Primera Internacional, que fue el primer intento de unir a los obreros de distintos países. Fundada en Londres en 1864, esta organización agrupó inicialmente a los sindicalistas ingleses, franceses e italianos. Sus objetivos eran la organización política del proletariado en todo el mundo y servir de tribunal para examinar problemas en común y proponer líneas de acción. Sus bases teóricas las brindaron Karl Marx y Friedrich Engels, quienes, en su participación en la Liga de los Comunistas, en 1848, redactaron el Manifiesto del Partido Comunista (https://radionovgorod.com.ar/nota/13/la-vigencia-del-manifiesto-comunista).

 

El Movimiento Obrero Revolucionario Internacional surgido de la Primera Internacional dio surgimiento a dos corrientes políticas:

  • El Anarquismo, liderada por Mijaíl Bakunin.
  • El Socialismo, liderada por Karl Marx.

 

La Primera Internacional trabajó sobre los siguientes puntos durante su duración y actividad:

  • Unidad del proletariado y organización de la clase obrera.
  • Lucha por la emancipación económica y por la abolición de la sociedad clasista.
  • Abolición de la explotación infantil y mejora de las condiciones laborales de la mujer.
  • Solidaridad internacional obrera.
  • Reconocimiento de la importancia del movimiento sindical.
  • Utilización de la huelga como instrumento de lucha.
  • Abolición de la propiedad privada de los bienes de producción y de los ejércitos nacionales.

 

Diferencias teóricas entre sus grandes referentes llevaron al quiebre de la Primera Internacional. Los más allegados al anarquismo colectivista de Bakunin proponían un modelo obrero basado en la organización cooperativista y asambleario a través del consenso. Mientras que Marx y los afines al socialismo científico impusieron un plan de acción que llevase a los partidos obreros centralizados a luchar por conquistas sociales y laborales concretas, pero a la vez establecieron un programa donde el objetivo final sea la revolución socialista a través de la conquista del poder del Estado.

En 1872, el Congreso General se traslada de Londres a Nueva York. Se disuelve oficialmente en 1876 y en 1899 se establece la Segunda Internacional de corte socialdemócrata, pero adhiriendo a los principios marxistas.

La Primera Internacional fue considerada como uno de los factores que condujeron a la creación de la Comuna de París de 1871.

 

Guerra Franco-Prusiana (1870-1817)

 

Como otras veces en la historia, franceses y germanos se estaban disputando el control de territorios en Europa central. El 19 de julio de 1870 estalla el conflicto ya que Napoleón III había intentado anexar Luxemburgo al Segundo Imperio Francés y el Reino de Prusia, al mando de Otto von Bismarck, buscaba la excusa perfecta para ingresar al territorio de Alsacia-Lorena.

Los prusianos tuvieron la ventaja siempre en la guerra, hasta llegar a París y proclamar a Guillermo I de Alemania en el mismísimo Palacio de Versalles. Si bien los prusianos se retiraron rápidamente de París, para evitar una escalada innecesaria en el conflicto, dejaron a cargo del gobierno francés a Adolphe Thiers, un tipo ambicioso, pero sin poder alguno.

Ante la inestabilidad política, la caída de Napoleón III, el fin del Segundo Imperio Francés y la necesidad de administrar la ciudad, la Guardia Nacional de París decidió hacerse con el control del gobierno. Aprovecharon el apoyo y la participación activa de los obreros y sus ideas radicalizadas sobre la conciencia de clase y la capacidad de autogestionarse, acompañado además por un deseo definitivo de eliminar la monarquía en Francia y adoptar un sistema democrático, sueño que había quedado bastante alejado de aquel París de 1789.

Adolphe Thiers es obligado a retirarse de París y huye inmediatamente a pedir ayuda a los alemanes.

 

Comuna de París

 

A comienzos de marzo de 1871, París se encontraba cercada y se acababan las raciones de alimentos, la pobreza aumentaba y la economía era cada vez más inestable. La gente estaba influenciada por ideas desde republicanas a socialistas y el nivel de radicalización aumentó tanto que los parisinos y parisinas salieron en toma del poder.

Louis Charles Delescluze junto con otros líderes revolucionarios de la Comuna, organizaron rápidamente elecciones para un nuevo gobierno. Los habitantes del este de la ciudad participaron en gran medida en la nueva propuesta democrática que proponían los comuneros, mientras, las zonas más adineradas del oeste de la ciudad miraban con recelo. El 27 de marzo, la Comuna de París fue proclamada formalmente. Marx se refirió a Delescluze como un revolucionario auténtico, baluarte de la clase obrera y de todo el proletariado.

 

La Comuna gobernó promulgando una serie de decretos revolucionarios:

  • Autogestión de las fábricas abandonadas por sus dueños.
  • Creación de guarderías para los hijos de las obreras.
  • Promulgación de un Estado laico.
  • La legislación propuesta separaba la iglesia del Estado, hacía que todas las propiedades de la iglesia pasaran a ser propiedad estatal, y excluía la religión de las escuelas.
  • Obligación de las iglesias de acoger las asambleas de vecinos y de sumarse a las labores sociales.
  • Remisión de los alquileres impagados y la abolición de los intereses de las deudas.
  • Abolición del trabajo nocturno en las panaderías de París.
  • Abolición de la guillotina.
  • Concesión de pensiones para las viudas de los soldados muertos en servicio.
  • Devolución gratuita de todas las herramientas de los trabajadores, a través de las casas de empeño estatales.
  • El derecho de los empleados a tomar el control de una empresa si fuese abandonada por su dueño.
  • Ampliación de la educación a los sectores más desfavorecidos.
  • Se proporcionó material escolar gratuito, ropa y alimentación en las escuelas.
  • Se estableció un orfanato.
  • Se fortalecieron los servicios que se prestaban durante el asedio a los barrios en la guerra, como ser las cantinas y las estaciones de primeros auxilios. Estos ahora cooperaban para la Comuna.
  • Se establecen las elecciones de funcionarios y jueces.
  • Se dispone que la remuneración de todo funcionario no sea superior al salario de un obrero.

 

La Comuna de París tuve una fuerte participación de las mujeres. No solamente se pararon de cuerpo frente a los defensores del gobierno de Thiers al momento de tomar la ciudad, sino que fueron funcionarias de la Comuna durante su duración. Las aspiraciones del movimiento feminista eran similares a las del movimiento obrero: una revolución socialista que brinde igualdad de género, ante un sistema de leyes burgués que las discriminaba.

Este amanecer socialista en Europa avanzaba rápidamente, pero su derrota terminó siendo más un ejemplo para otros procesos revolucionarios posteriores en la historia. La Comuna fue sangrientamente reprimida por la burguesía.

El 21 de mayo de 1871 comenzó lo que se conoce como la “Semana Sangrienta”, que fue un sitio del París de los comuneros por parte de soldados liderados por Adolphe Thiers, quien había ido a buscar ayuda a la mismísima Prusia. Otto von Bismarck (con quien Francia había estado en guerra hacía meses) puso en libertad a cien mil soldados franceses prisioneros para aplastar la revolución. La venganza y el odio de clase de la burguesía no tienen límite, pero también tienen la ventaja de ser una clase más unida. Así lo demostraron alemanes y franceses al estrechar inmediatamente sus manos para voltear la Comuna de París. En pocos días, cerca de treinta mil trabajadores fueron asesinados, cuarenta y cinco mil detenidos y muchos ejecutados posteriormente, miles encarcelados, desterrados o condenados a trabajos forzados. En total París perdió cerca de cien mil de sus mejores ciudadanos, que se atrevieron a soñar con la Comuna. Esos hombres y mujeres que forjaron la Comuna de París fueron ejecutados por un ejército que nos los había podido defender meses atrás ante los avances del “enemigo prusiano”.

 

Legado

 

La experiencia de la Comuna, a través de las interpretaciones de los anarquistas, fortalecieron su argumento sobre la autogestión obrera y la idea de que los trabajadores no podían tener aliados políticos; necesitaban organizarse autónomamente, luchar con sus propias armas y llevar el conflicto al plano económico. De esta conclusión surge la herramienta de la huelga general, que se presentaba como un medio por el cual los anarquistas pretendían alcanzar la revolución. A partir de este momento, se extendieron paros de trabajadores por el mundo, como medida de presión contra las patronales, siendo la más emblemática la huelga de los trabajadores de Chicago que desembocaron en los acontecimientos de la Masacre de Haymarket (https://radionovgorod.com.ar/nota/28/masacre-de-haymarket).

Por otro lado, la discusión sobre la toma del poder del Estado y la defensa de la revolución, ocupó mucha tinta para los pensadores marxistas, quienes después convirtieron en teoría las lecciones aprendidas de este acontecimiento. Lenin consideraba a la Comuna de París como un ejemplo real del control obrero del Estado, pero además saca las conclusiones del suceso, las procesa y se compromete a buscar otra Comuna de París en la historia; lo logró en niveles exageradamente superiores. El análisis de las derrotas, también, fueron siempre centrales en los análisis marxistas. El asalto fallido al Cuartel Moncada por parte de Fidel Castro y la construcción de una nueva guerra de guerrillas, es el ejemplo más directo que se puede tener. Otros casos similares pueden ser la constante adaptación del socialismo chino o del cuidadoso paso a paso del modelo bolivariano en Venezuela o la reformulación estatal de la Bolivia de Evo Morales y Álvaro García Linera.

No obstante, fue Karl Marx quien agregó al Manifiesto Comunista el prefacio de 1872, la experiencia de la Comuna de París: “La clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado tal como está y servirse de ella para sus propios fines. Las funciones públicas, militares, administrativas, políticas deben ser ejecutadas verdaderamente por todos los obreros, en vez de asientos personales y ocultos atributos de una casta entrenada”.

 

FERNANDO BARBARÁN

Columnista en La Columna NOA

Columnista en Radio Novgorod

[email protected]

3875206852

 

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