Lunes 20 de Mayo de 2024

EFEMÉRIDES NECESARIAS

9 de octubre de 2023

TU EJEMPLO ALUMBRA UN NUEVO AMANECER

Un 9 de octubre es asesinado Ernesto “Che” Guevara en la escuelita de la localidad de La Higuera, en Vallegrande, Bolivia. Pasan los años y su vida sigue siendo ejemplo a seguir.

Por Fernando Barbarán

 

Quebrada del Churo

 

Cada capítulo de la vida del Che Guevara se merece una columna particular. Sus primeros viajes por Sudamérica nos pueden enseñar sobre humanidad y descubrimiento personal. Durante su estadía en Guatemala podemos hablar de la intromisión de Estados Unidos en los países de Latinoamérica y cómo el Che fue dándose cuenta de eso y entendió inmediatamente de qué lado de la mecha encontrarse. Sobre su entrenamiento en México podemos aprender de su humildad, pero también de su eficiencia, que lo llevó a terminar siendo una de las personas de confianza de Fidel Castro. Su desempeño durante la Revolución Cubana nos deja el ejemplo del médico, el guerrillero, el comandante, el compañero, el líder y el ganador. De lo que podemos aprender y traer constantemente al presente es su periodo como funcionario del gobierno cubano revolucionario; el Che Guevara decidió no aburguesarse en una oficina del Estado y quiso exportar la revolución al resto del mundo. ¿Cuántos políticos conocemos en la actualidad que renuncien a una vida de comodidades para dedicarse a ejercer el oficio de cambiar la realidad de las sociedades realmente?. El Che es un ejemplo a seguir constante.

Pero en esta columna me voy a enfocar en la última actuación de Guevara como guerrillero en Bolivia. Primero porque es la efeméride, pero también porque es el momento en que la persona salió a la eternidad para alumbrar un nuevo amanecer.

El Che Guevara llegó a Bolivia con el objetivo claro de instalar un foco guerrillero en este país que venía de sufrir un golpe de Estado contra el Movimiento Revolucionario Nacional, presentaba condiciones sociales desfavorables y la ubicación geográfica otorgaba ciertas ventajas para seguir exportando el modelo revolucionario a los países de alrededor. Contó con el apoyo de Fidel Castro y Cuba, obviamente, pero no logró contar con la colaboración del Partido Comunista Boliviano que seguía órdenes de la Unión Soviética, quienes, hasta no consumado el hecho revolucionario, no se metían en los conflictos.

Las condiciones subjetivas estaban dadas, las objetivas costaron un poco más. Esto llevó a que el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, el nombre que adoptaron los guerrilleros, arranque con cuarenta y siete combatientes, ocupando puntos estratégicos del corazón geográfico boliviano, pero que desde marzo de 1967, luego de la captura y tortura de dos revolucionarios, todo comience a ser derrota. La última vez que Guevara escribe en su diario es el 7 de octubre de 1967, hasta ese momento todas eran pálidas: el grupo estaba cercado, diezmado, el Ejército lanzaba información falsa constantemente para generar miedo en la población y la complicidad de los campesinos con los militares aumentaba. El Che además estaba complicado con su asma y era uno de sus principales obstáculos. El 8 de octubre fueron sorprendidos en la Quebrada del Churo y Guevara resulta herido en las piernas. Los rangers bolivianos lo capturan y lo llevan a él y a los sobrevivientes al paraje de La Higuera.

En la única sala de una escuelita rural de la Higuera lo dejaron detenido al Che Guevara los militares bolivianos mientras, nerviosos, hacían llamadas a todos los organismos a los que respondían: el Ejército Boliviano, la Dictadura Militar de Barrientos, la Embajada Norteamericana y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) que tenía desplegadas operaciones para ayudar a los rangers bolivianos en los combates contra la guerrilla. Ernesto Guevara intentó disuadir hasta el final a sus captores, les preguntaba sobre su formación militar, sobre sus familias, sobre sus pensamientos, trataba de “humanizar” el ambiente y velar por sus compañeros. Pero en el fondo sabía que era el final.

El 9 de octubre de 1967, el agente de la CIA Félix Rodríguez, llegó en helicóptero inmediatamente a la Higuera. Se entrevistó con el Che, le tomó varias fotografías y corroboró que fehacientemente era él, la persona más odiada por Estados Unidos. El agente Rodríguez salió de la habitación, le dio la orden al suboficial Mario Terán de fusilar al Che Guevara, realizó unas anotaciones en su agenda y se retiró del lugar al sentir la ráfaga de disparos.

Mario Terán entró a la habitación en solitario y relató lo siguiente: “Ese fue el peor momento de mi vida. En ese momento vi al 'Che' grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el 'Che' podría quitarme el arma. '¡Póngase sereno –me dijo– y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!' Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé.”

 

San Ernesto de la Higuera

 

Inmediatamente el gobierno militar boliviano da la noticia que el Che Guevara había sido encontrado muerto después de un combate, escondiendo así la ejecución. Los rangers espoliques trasladaron en helicóptero el cuerpo del Che hasta el Hospital Nuestro Señor de Malta donde fue expuesto públicamente introduciéndole una gran cantidad de formaldehído.

Las personas se acercaban, tomaban fotografías y se admiraban de ese Che Guevara barbudo, flaco, con los ojos abiertos e inmóvil. A las monjas de Vallegrande les llamó la atención el parecido del rostro de Guevara con el de Jesús de Nazaret, por lo que le cortaron mechones de cabello para conversarlos como amuletos religiosos. Los soldados se robaron algunas pertenencias personales del Che y los oficiales les cortaron las manos al cadáver para probar que lo habían matado, ya que la orden que habían recibido por parte de la CIA era incinerarlo junto con los otros guerrilleros ejecutados.

Sin embargo, el ejército boliviano tomó la decisión de enterrar los cuerpos en una fosa común. En el año 1997 finalmente funcionarios cubanos y el Equipo Argentino de Antropología Forense dieron con el cuerpo del Che Guevara, el cual fue trasladado a Cuba, donde descansa en su Mausoleo de Santa Clara, mientras que el uniforme que tenía puesto quedó exhibido en la escuelita de La Higuera.

La pileta del Hospital Señor de Malta en Vallegrande, en donde el cuerpo sin vida del Che estuvo expuesto, se ha convertido en un santuario, donde la gente lleva flores, fotografías, velas, deja sus oraciones escritas y otras ofrendas. Los pobladores de La Higuera encomiendan sus peticiones al espíritu del Che. El agente Félix Rodríguez de la CIA comenzó a sufrir ataques de asma después de ordenar el asesinato. En 2007, médicos cubanos restauraron la vista de Mario Terán, como parte de una campaña médica en Bolivia. El hijo de Terán pidió al periódico de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra que se publicara una nota de agradecimiento a los médicos cubanos por la labor realizada. El Che continuó ganando batallas…

 

Tu ejemplo alumbra un nuevo amanecer

 

El Che Guevara, con el simple hecho de haber sido consecuente entre lo que pensaba y lo que hacía, o el espíritu incorruptible que lo caracterizaba, ya es ejemplo a seguir de cualquiera.

Pero su legado no termina ahí. El médico convertido en guerrillero, luego Presidente del Banco Central de Cuba y posteriormente Ministro de Industria de Cuba, siempre predicó con el ejemplo.

Una de sus máximas militancias fue la del estudio. El Che afirmaba que la formación académica era necesaria para que la juventud, los trabajadores y la sociedad en general, manejen los conocimientos científicos para poder resolver los problemas del pueblo y tener una vida más lúcida y digna para todos.

Otra de sus obsesiones era que los dirigentes de la Revolución Cubana lleven una vida sencilla y de espíritu sacrificado por el trabajo de funcionarios. “Ser el primero en la cola del trabajo y el último en la fila de los beneficios”, afirmaba. Y él lo predicaba nuevamente con el ejemplo.

Defendió la solidaridad y el humanitarismo. Es conocida su frase sobre las injusticias: “si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, entonces somos compañeros”. Práctica que ya ejercía desde pequeño mientras cursaba la escuela en Argentina.

Defendió el internacionalismo. No optó por la vida cómoda de funcionario del Estado, indignó a la burocracia soviética y se fue a luchar a África y luego a Bolivia, despertando esperanzas en los pueblos sometidos del mundo. Impulsó la creación de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), agrandando el sueño de Simón Bolívar y José de San Martín con su Plan Continental y motivando los intentos de integración regional de referentes del Siglo XXI como Hugo Chávez y Evo Morales.

En todas sus actividades y gestos siempre fue humanista y veía en el socialismo solo una herramienta de las personas para ser más justas, iguales y sabias. Esto le valió el enojo de propios y extraños. No obstante, con solo sus 39 años, hizo temblar las poderosas estructuras del imperialismo y por ello se ganó el odio extremo de las derechas, los capitalistas y el conservadurismo.

Tu ejemplo alumbra un nuevo amanecer Comandante. Dame de esa espuma que contagia valor. Tu legado seguirá influenciando a millones de jóvenes, trabajadores y trabajadoras del mundo oprimido. Hasta la victoria, siempre.

 

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